GUPC asegura que es imposible llevar a cabo la ampliación con los costes previstos en el contrato debido a gastos imprevistos vinculados al cambio del cemento, lo que redundaría en un sobrecoste del 50%.
Apenas iniciada la construcción hubo un retraso de cuatro meses debido a que GUPC pretendía utilizar un cemento de baja calidad, que no permitiría que la obra durara 100 años o más como el actual Canal, según la autoridad del Canal de Panamá (ACP).
La amenaza de GUPC fue inmediatamente rechazada por la ACP, que denunció "de manera categórica las presiones del Grupo Unidos por el Canal (GUPC), con el único propósito de forzarnos a negociar fuera de los términos establecidos en el contrato".
Mientras GUPC denuncia “la inexactitud de la información proporcionada al consorcio para ejecutar el proyecto”, resurgen cables filtrados por Wikileaks en 2010, en los que Bechtel, una empresa estadounidense rival, aseguraba que la oferta ganadora, de 3.120 millones, era insuficiente para financiar el emprendimiento. Bechtel estimó en su momento que GUPC intentaría renegociar el contrato una vez que hubiesen comenzado las obras.
La ampliación del Canal permitirá el tránsito de barcos de mayor calado.
En 2009, GUPC inició la construcción que debe finalizar en octubre de 2014, pero existe un retraso de nueve meses, por lo que se prevé su entrega en junio de 2015.
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