Panorama
OBRA. CONSERVACIÓN DE LOS RECURSOS EN EL ÁREA DEL CANAL DE PANAMÁ.
Patrimonio natural y cultural de Gamboa
Un biólogo y un arquitecto urbanista plasmaron su fascinación por este poblado en una guía que ayuda al lector a entender y apreciar su valor.
AUTORES. Jorge Ventocilla (izquierda) hace un repaso de la parte ambiental y Kurt Dillon (derecha), del ambiente construido. LA PRENSA/Jazmín Saldaña
TAMARA DEL MORAL
tdelmoral@prensa.com
El canto de las aves, ñeques paseando por los jardines, monos aulladores y gente practicando deportes y jugando frisbee es lo primero que viene a la mente al pensar en Gamboa, un poblado ubicado a 25 kilómetros de la ciudad de Panamá, con un diseño arquitectónico y urbanístico de influencia francesa y estadounidense, que refleja su legado histórico.
Por estos días, el video Gamboa Destruction filmado desde el pintoresco puente de esa comunidad (concluido en 1908) y difundido por el portal You Tube, mostraba cómo se desplazaban parches de vegetación, troncos e islotes con árboles en pie por el lago artificial Gatún, que abastece de agua al Canal de Panamá y que alcanzó niveles sin precedentes en su historia debido a las inusuales y continuas lluvias en Panamá y Colón durante la última semana. Esto, incluso, ocasionó el cese temporal de las operaciones de la vía interoceánica.
Gamboa mantiene un lazo histórico con la construcción de esta ruta marítima. Era el sitio donde se depositaba material de excavación de las obras que realizaron los estadounidenses, y entre 1934 y 1943 allí se trasladó la División de Dragado del Canal y se construyó el poblado, cuyas primeras viviendas fueron ocupándose a partir de 1936.
También se vivió ahí el sistema segregacionista de esa época, y fue la primera obra arquitectónica de paisajismo urbanístico que realizó la unidad de paisajismo del Jardín Experimental (hoy día el parque Summit) de la antigua Zona del Canal.
Podría decirse que actualmente posee una población altamente educada, considerando que gran parte de sus pobladores son científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), muchos de los cuales viajan desde Gamboa hasta la estación científica de STRI en la isla Barro Colorado. Próximamente tendrán nuevas instalaciones en Gamboa, por lo que se espera que lleguen más investigadores y visitantes.
Inspiración
El biólogo y coordinador del programa de charlas públicas mensuales de STRI, Jorge Ventocilla, reside en Gamboa. Kurt Dillon, arquitecto y urbanista que vive la mitad del año en Panamá y la otra en Nueva York, vivió allí durante su niñez y adolescencia. Desde dos ópticas distintas, ambos han plasmado su fascinación por este lugar y su interés por conservarlo, en la obra Gamboa, una guía para su patrimonio natural y cultural que será lanzada a principios de febrero de 2011 (tentativamente) en español e inglés.
“Kurt y yo nos conocemos hace años y uno de nuestros monotemas siempre ha sido Gamboa”, relata Ventocilla. “Hace más o menos cinco años le propuse que escribiéramos un libro sobre Gamboa, y él se lo tomó a pecho. Conseguimos fondos de STRI y de la Fundación Avifauna Eugene Eisenman, y comenzamos a trabajar en el proyecto”.
La obra narra en un lenguaje sencillo y ameno la historia de Gamboa, los antecedentes de su diseño urbano y arquitectónico, y posee una riqueza descriptiva de su biodiversidad, el paisaje y estacionalidad del lugar, fruto de las observaciones que desde 1994 ha registrado Ventocilla “en un cuaderno”.
Mes por mes, detalla cuándo llueve más o menos, cuándo los árboles mudan sus hojas y cuándo aparecen los primeros grillos de ojos rojos en los jardines, y las aves migratorias.
También relata las épocas en que los atardeceres son más largos y cuándo florecen especies como los tulipanes africanos, los guayacanes, nazarenos de montaña y las plantas acuáticas en la ribera del río Chagres; igualmente dice cuándo se intensifican los problemas con la humedad y los hongos, entre muchos otros aspectos.
Los autores aspiran a que esta guía sirva como referencia para todo aquél interesado en conocer este rincón del país, y, además de identificar sus elementos positivos, también señalan los retos. Uno de ellos es la conservación del lugar.
Lo conservado debe ser accesible
Las ciudades y poblados sufren procesos con mala planificación y no se toma en cuenta a los individuos ni los sistemas ambientales, señala el arquitecto y urbanista Kurt Dillon.
“Hay una fascinación por la exclusividad, por hacer de la ciudad un archipiélago de barrios privados que se venden como seguros, pero detrás está la ambición y la especulación”.
Para conservar un sitio, plantea, la gente debe tener acceso a las calles para poder apreciar la interrelación entre casas, jardines, bosques, etc. “A medida que se cierran las calles con muros, se pierde el valor cultural de esos bienes”.
Gamboa aún sigue “abierto”. “Es un modelo para los urbanistas”, opina Dillon, y añade que se debe “crear belleza desde y dentro de la comunidad para que la gente venga a verla”. Esto debe ser tomado en cuenta al elaborar planes turísticos, y en esa línea, es importante la organización local. En Gamboa la comunidad se está organizando.
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Icela
12/18/2010 1:08:28 PM
Excelente idea lo de este libro. Creo que todavía estamos a tiempo de conservar las áreas cerca del Canal con tanta historia que tienen y ojalá algunas otras personas se interesen en hacer trabajos similares sobre ellas. Algunos promotores de vivienda en Panamá, solo han pensado en hacer dinero rápido y con la complacencia de los gobiernos nos han dejado sin áreas verdes y sin estacionamientos. Da mucho coraje ver como todo el mundo ha hecho negocio con los estacionamientos.
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egeorge
12/18/2010 11:43:03 AM
No solo Villa Lucre, esto se da en todas partes. Por un lado el abuso de los promotores en conjunto con los bancos y por otro los gobiernos que no han podido darnos la seguridad que nos permita tener casas sin muros altos y verjas de hierro en todas las puertas y ventanas que en nada embellecen nuestras propiedades. Ahora que ha disminuido la venta de propiedades de alto valor, los promotores vuelven a dirigir sus ojos a los panameños...si pudieran vender su alma al diablo lo harian...
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panameno
12/18/2010 11:10:23 AM
No como Villa Lucre que con respeto es una basura de lugar, caliente, es un fogon , cero árboles, angosto, esa gente los promotores son unos aprovechados y el banco general oportunista con los prestamos carisimos que otorgo
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