Monday, October 16, 2006

514 años destrucción y exclusión

514 años destrucción y exclusión

Discurso en el Foro De La Coordinadora Campesina Contra Los Embalses,el 12 de octubre de 2006, en el local de la Confederación General deTrabajadores de Panamá

Julio Yao*

Compañeros de la Coordinadora Campesina Contra los Embalses, delMovimiento Indígena Unificado "Plan Sol", y de otras organizacionespopulares, amigos y conciudadanos todos:12 de octubre:Destrucción y Exclusión de los Pueblos Originarios de América

Hoy, 12 de octubre, según la historia oficial, se cumplen 514 años delo que se ha denominado "Día del Descubrimiento del Nuevo Mundo", "Díade la Raza", o "Encuentro de Culturas". Pero, ¿de qué descubrimientoestamos hablando? ¿De un continente que ya era tan viejo como los queluego configuraron Europa, Asia y África, desprendimientos todos deuna gran isla bautizada como "Pangea"? ¿De qué raza estamos hablando?¿De las razas que diezmaron a las nuestras, que tenían miles de añosde vivir en este continente no tan nuevo? ¿De cuáles razas, si, comose ha demostrado, la globalización de los genes y el ADN fue un hechodesde el principio de la humanidad? ¿Y cuál "Encuentro de Culturas",si lo que hubo fue un encontronazo que permitió a la "cultura" másdepredadora y militarmente superior destruir e imponerse a lasculturas de este continente? Cuando un asesino ataca a su víctima, nose encuentra con ella: la asesina. Y eso fue lo que sucedió en estecontinente: los conquistadores asesinaron y diezmaron lascivilizaciones de nuestros primeros pobladores.

Asiáticos, indígenas, negros, blancos, mestizos

Ya son antiguas las teorías de que los primeros pobladores de estecontinente vinieron de Asia hace 30 mil años. Pero las investigacionesmás recientes demuestran que los chinos llegaron a este continente porlo menos 75 años antes que Cristóbal Colón y fundaron colonias enNorte, Sur y Centroamérica, casi todas desaparecidas, sin aplastar alas poblaciones indígenas. Se ha encontrado ADN chino en la sangre deNgobe-Bugles y Wounaan (panameños) estos últimos provenientes de lasprofundidades del Amazonas.

Hoy nos desayunamos con la noticia de que "la población panameña engeneral tiene un 39.7% de genes indígenas, un 32.9% de genes negros yun 27.4% de genes blancos", así que somos más indígenas que negros, ymás negros que blancos, todo dentro de un rico mestizaje, según lasinvestigaciones del Instituto del ADN y del Genoma Humano de laUniversidad de Panamá y del Departamento de Genética y BiologíaMolecular de la UP (La Prensa, 12 de octubre de 2006). Se afirma queen la sociedad panameña existe una mayor presencia indígena que enotros países de la región considerados de mayoría indígena.

Dominación racista y clasistaPero el mestizaje panameño no encuentra correspondencia con laestructura de dominación que impera en nuestro país. Aquí, a medidaque uno asciende desde la base de la pirámide social hacia la cima,los colores se van como blanqueando y encontramos que, por lo general,los verdaderos dueños de Panamá van siendo más mestizos que negros, yluego más blancos que mestizos. Los mestizos, indígenas y negros sequedaron en la base social de la pirámide y no pertenecen al clan delos propietarios de este país aunque algunos sí son o colaboran con laclase dominante.

La maquinaria del saqueoParece, pues, que a mayor oscuridad en la piel, mayor pobreza yexclusión. Pobreza y exclusión son rasgos del sistema capitalista y notienen nada que ver con la naturaleza de las cosas. El saqueo colonialfue reemplazado por el saqueo capitalista en sus distintas fases,incluída la financiera. Y ese saqueo no fue otra cosa que latransferencia y succión de los recursos y riquezas de los pueblosoriginarios y de los grupos que se sumaron después, por parte de lasmetrópolis de Europa y Estados Unidos. En su fase actual, el saqueotiene como víctima a la totalidad de la población y no solamente a losde piel oscura, pero las capas altas no padecen nunca el dolor ysufrimiento de los estratos bajos, a quienes mantienen en esquemasimproductivos y sin trabajo. A la mundialización del capitalismo no leinteresa las razas ni las nacionalidades, sino la mano de obra baratay los recursos fáciles de acaparar. Por eso nosotros no debemosdividirnos por el color de la piel sino apoyarnos mutuamente.
El transitismo, el Canal y el desarrollo de PanamáDesde que se escogió a Panamá como país de tránsito se produjo unprofundo impacto en todos los órdenes. El impacto fue claro cuando seconstruyó el ferrocarril y luego el Canal. En el primer caso, miles decampesinos chinos contratados como obreros construyeron elferrocarril, pero mil murieron en un mes debido a los maltratos, laextenuante jornada y los asesinatos por parte de los capatacesgringos. Los chinos se quedaron aquí y ahora forman parte de nuestrapoblación. En el caso del Canal, otros miles, provenientes de otrospaíses, murieron por la fiebre amarilla, malaria y accidenteslaborales. Los sobrevivientes permanecieron e igualmente forman partede nuestra sociedad.

La ciudad de Panamá es fruto de ese impacto ambiental, urbano ydemográfico, y ello explica por qué nuestra capital nunca creció comolas otras ciudades del mundo, en forma radial, sino alargada y deoeste a este.

El impacto geopolítico del Canal fue vital para Estados Unidos. Peroel impacto clave para nosotros fue el económico-social, porque EstadosUnidos se matrimonió con las familias propietarias en 1903 a travésdel Tratado Hay-Bunau Varilla, en una yunta o pacto de villanosconforme al cual Estados Unidos obligó a liberales y conservadores, aunirse en torno a los intereses de esa potencia y a asesinar algeneral guerrillero Victoriano Lorenzo para despejar el camino,garantizándoles a cambio que tales familias pudieran disponer de todoel Istmo de Panamá a sus anchas, hacerse ricos y ordenar la economíasegún sus prioridades e intereses pero sin inmiscuirse en laexplotación exclusiva de la Zona y el Canal por parte de EstadosUnidos.

En esas prioridades no estarían ni los obreros, ni los campesinos, nilos indígenas, ni los sectores medios sino únicamente ellos, los de lacúpula, que diseñaron un esquema económico egoísta que no favorecía alcampo mediante el fomento de la agricultura ni el desarrollo de laindustria para crear empleos permanentes, seguros y crecientes. No.Ellos se preocuparon por el sector terciario, la parte másimproductiva y artificial de la economía pero a la vez el método másrápido de lucrar de la posición geográfica sin arriesgar mucho.
Ello explica el poder de la oligarquía y de la cleptocracia – elgobierno de los ladrones -que le permitió a la clase propietariaaumentar su patrimonio, adueñándose de las tierras y riquezas denuestro país, expropiando a los indígenas y campesinos, pero sincuestionar mucho el latifundio infame de 1,432 km2 del que creóEstados Unidos en la parte más valiosa de nuestro territorio,sacrificando de paso la soberanía nacional, y todo esto con lacomplicidad de la Iglesia que nos pedía a los convidados de piedraresignación a cambio del paraíso en la otra vida.

El resultado del contrato oligarco-imperialista lo tenemos antenuestros ojos: más del 60 porciento de la población es pobre, unabuena parte de la cual está en la zona de la miseria e infrahumanidad;el tres por ciento de la población es dueña del 80 por ciento de lasriquezas. Fue la entonces embajadora de Estados Unidos, Linda Wattsquien provocó un escándalo entre los que ignoraban estos hechos cuandodeclaró que 80 familias eran dueñas de Panamá, pero es posible quesean 80 personas solamente los amos de este país. Se requerirá, por lotanto, un gran esfuerzo nacional para rectificar las extremasdesigualdades económicas y sociales que abaten al Panamá Profundo.

La propuesta de ampliación del CanalLa propuesta de ampliación del Canal es el relanzamiento, larevitalización de ese pacto de villanos que excluyó al conjunto de lasociedad de los beneficios del Canal. Más del 60 por ciento de lacarga que atraviesa el Canal va a puertos de Estados Unidos o viene deellos, y en ese mismo porcentaje lo beneficia. La lógica más elementalnos conduce a pensar que el principal beneficiario del Canal debecontribuir en esa proporción a los costos de ampliación de la víainteroceánica y que el remanente de dichos costos debe prorratearseentre el resto de los usuarios del Canal y de la comunidad naviera engeneral, porque, sacadas bien las cuentas, ya Panamá ha asumidodemasiados costos desde 1903 y pocos beneficios netos.

Pero un falso patriotismo expresado por Alberto Alemán Zubieta,Administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, se opone a que losusuarios paguen lo que deben, aduciendo que ellos nos van a exigir acambio que les entreguemos nuestra soberanía y nuestro control delCanal. Su posición es falsa e hipócrita.
Falsa, porque no hay un solo documento firmado ni ninguna declaraciónde tales países exigiéndonos entregar el control del Canal y, encambio, sí hay evidencias de que tales potencias y usuarios estabananuentes, decididos a financiar con sus dineros la ampliación delCanal o la construcción de uno nuevo. Hipócrita, porque la mismaAutoridad del Canal de Panamá ha dicho que no pueden impedir quetransiten la vía aquellos barcos de la muerte que traen cargaspeligrosas (químicas y desechos nucleares) para la vida nacional yporque el Tratado de Neutralidad sí es un impedimento al ejercicio denuestra soberanía en la vía interoceánica. Hipócrita también, porquela ACP ha hecho todos los esfuerzos por bloquear hasta en la Asambleade Diputados todo intento de prohibir el paso de tales naves conformeal derecho internacional. ¿A quién le sirve entonces la ACP? ¿A cuálsoberanía obedece la ACP?

La ampliación del Canal y nuestra falta de independencia

Lo que no se quiere reconocer es que la problemática creada por esteanteproyecto de ampliación se debe fundamentalmente a nuestra falta deindependencia, no a nuestras aspiraciones de independencia sino a ladenegación de independencia por parte del gobierno de Estados Unidos

Omar Torrijos pensó ingenuamente que podíamos gestionar laconstrucción de un nuevo Canal con Japón y se iniciaron gestiones aese efecto porque se partía de la idea de que tendríamos independenciapara hacerlo. En Estados Unidos pensaban otra cosa, y desde 1978 sucorporatocracia (Bechtel entre tantos) le exigió a Torrijos cancelarsus compromisos con los japoneses. Torrijos rechazó las presiones y,como resultado – y esto lo cuenta quien lo sabe, John Perkins – elfirmante de los Tratados del Canal de 1977 murió en un asesinatoejecutado por la CIA el 31 de julio de 1981.
Manuel Antonio Noriega subestimó este hecho y continuó profundizandocompromisos con Japón. En la segunda semana de abril de 1986 elConsejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos autorizó en memorandosecreto la desestabilización de Panamá para derrocar al gobierno,cancelar los Tratados Torrijos-Carter y eliminar la posibilidad de queJapón controlase un nuevo Canal al nivel del mar. Lo demás eshistoria: el presidente George Bush, padre, invadió a Panamá en 1989para demostrar que tenía más agallas que los otros candidatos a lapresidencia, destruyó nuestra economía, reconstruyó a su gusto lasinstituciones y entidades del Estado, desmanteló a las Fuerzas deDefensa y nos impuso cinco acuerdos para someter totalmente a nuestropaís a las instituciones financieras internacionales controladas porellos. En el proceso, miles de panameños que no eran combatientesmurieron o desaparecieron en una agresión que fue un ensayo bélicopara invadir a Irak.
Y todo, ¿para qué? Para alimentar la vanidad imperial de EstadosUnidos, para decirle al mundo que esa potencia podía intervenir, comolo dijo Bush, en "cualquier rincón oscuro del planeta". Pero siquieren un Canal ampliado, ¡que lo paguen! Como dice el dicho: "el quequiere celeste que le cueste". Mas, como los panameños somos ricos,nosotros vamos a endeudarnos en más de quince mil millones de dólarespara complacer la vanidad imperial de Estados Unidos y paramultiplicar las riquezas y haberes de la oligarquía que bien le sirve,para repetir la misma hazaña de 1903 de entregar nuestra posiciónestratégica y dejarnos a los pobres como convidados de piedra en elgran banquete, en la danza de los millones.
Y como no teníamos ni tenemos independencia, después de la invasión --cuando Panamá era un país militarmente ocupado -- la ComisiónTripartita (Panamá, Estados Unidos, Japón) escogió la alternativa quemás le convenía a Estados Unidos – el Tercer Juego de Esclusas – sinque se examinaran entonces, ni se examinaran después, las alternativaspanameñas, entendidas como alternativas canaleras y alternativas nocanaleras, o sea, el Canal seco. Tampoco se estudiaron lasimplicaciones de un Canal al nivel, que era la alternativa favorita delos japoneses. ¿Cuándo fue examinado el proyecto del Tercer Juego deEsclusas por nuestras instituciones, como la Universidad de Panamá uotras universidades, el Colegio de Abogados, el Colegio deEconomistas? ¿Cuándo ha sido debatido el proyecto de ampliación por laAsociación de Profesores de la Universidad de Panamá?

Todos sabemos que la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectosdesignó comisiones de estudios de la propuesta de ampliación, perocomo hubo conclusiones críticas que la describían como inaceptable,expulsaron al Ingeniero Humberto A. Reynolds y al Ing. Harry DíazStrunz, se tomaron la directiva de la SPIA y la pusieron bajo controlde empleados de la ACP. Con anterioridad expulsaron al Ing. ThomasDrohan, que era Director de Ingeniería, Dragados y Construcción de laAutoridad del Canal, por sus sólidos argumentos contrarios a lapropuesta de ampliación del Canal.

Pero, como al igual que la compañía francesa del Canal en el siglo XIXhizo lo imposible para vender su proyecto, la ACP ha imitado al pie dela letra todos los trucos, ardides, argucias que utilizó la compañíafrancesa, que dominó todos los medios de expresión de entonces,sobornó a casi todos los diputados y altos funcionarios y derrochó losahorros de los pobres ilusos que invirtieron en lo que fue una utopía.

Si la ampliación del Canal se lleva a cabo pese a los vacíos,falacias, distorsiones y mentiras implícitas en el anteproyecto,nuestro país se va a enfrentar a escenarios difíciles de predecir y ariesgos imposibles de calcular, y podrá correr la misma suerte que lacompañía francesa, cuyos funcionarios tuvieron que suicidarse o pararen la cárcel.
Lo que no es especulación es que, de llevarse a cabo el anteproyectode ampliación, sin que exista un modelo de desarrollo nacional, se vana acelerar y a profundizar las desigualdades económicas y sociales; sevan a crear serias distorsiones económicas inmanejables; se va aagudizar el caos urbano y demográfico, y la deuda externa nos va aagobiar al punto de que seguramente perderemos "hacha, calabaza ymiel".

Para evitar que ello ocurra, será necesario derrotar al "sí" para quenuestro país se salve, evitar un fraude y organizar las fuerzassociales panameñas – de quienes ustedes son dignos representantes –para decidir lo que mejor convenga a nuestros intereses nacionales,dar por cancelada y agotada la Primera República e iniciar un nuevorecorrido para construir, entre todos, la Segunda República, el nuevopaís que todos nos merecemos. ¡Viva la Coordinadora Campesina contralos Embalses! ¡Viva el movimiento indígena unificado!

Muchas gracias.

Julio Yao
julioyao@gmail.com
* Analista internacional. Asesor de la Asociación Panameña de Amistadcon China. Columnista en el diario El Panamá-América, catedrático deRelaciones Internacionales y Derecho Internacional, miembro delComité Panameño por la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia enPanamá (Serpaj-Panamá). PORTADA JULIO YAO

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