Ciudad de Panamá, 14 ago (dpa) – El director del programa de monitoreo físico del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), Steve Paton, previó hoy una larga sequía que tendría severos efectos en Canal de Panamá y en áreas productivas de este país.
En medio de una preocupación generalizada por la falta de agua y el descenso del caudal de ríos tributarios de embalses, el investigador reseñó que “es posible que solo hemos iniciado lo que puede ser un período muy largo y seco en Panamá”.
Subrayó que el evento climático de este año amenaza con ser especialmente fuerte en Panamá, incluso hasta el 2016, y puede resultar en suministros interrumpidos de agua potable y limitaciones en la generación de hidroelectricidad.
Paton aclaró que la sequía se debe a un evento de fortalecimiento de El Niño-Oscilación del Sur, un calentamiento cíclico de las aguas del Océano Pacífico, que perturba el clima en todo el mundo.
Las predicciones de escasez se fundamentan en los registros históricos de lluvias y niveles críticos de los embalses del Canal de Panamá, que además abastecen de agua cruda a las plantas potabilizadoras en las provincias de Panamá y Colón.
Paton precisó que los datos de la estación de monitoreo del STRI en la isla de Barro Colorado, en la cuenca hidrográfica de la vía interoceánica, revelan que julio del 2015 ha sido el más seco que ha sido registrado hasta ahora.
Confirmó que únicamente han caído 615,2 milímetros de lluvia en los primeros siete meses del año. Ello equivale al 58 por ciento de la precipitación media del periodo y la más baja registrada desde que inició la colecta de datos en 1925.
A partir del 12 de agosto, el gobierno de Panamá declaró una emergencia nacional a causa de los efectos de la sequía. De hecho, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario destinó 4,5 millones de dólares para mitigar efectos de la sequía a través de la perforación de pozos profundos y la asistencia a los productores.
Por su parte, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció restricciones al calado de los buques mayores, que entrarán en vigor en septiembre de este año, en caso de que los niveles de agua en el lago Gatún no se recuperen rápidamente.
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