VICTOR CAMPOS – CENTRO HUMBOLDT
Agua Potable y Saneamiento
Panamá | 21-07-2014
Canal interoceánico en Nicaragua arrasará mayor reserva de agua en Centroamérica
El futuro competidor del canal de Panamá, aprobado para ser construido en Nicaragua podría acabar definitivamente con la mayor reserva de agua dulce en Centroamérica.
Con la confirmación por parte del consorcio chino HKND –a cargo de la construcción del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua- de la ruta que llevarán adelante para unir ambos océanos compitiendo con el canal de Panamá, las organizaciones ecologistas advierten con gran preocupación que la mayor reserva de agua dulce de todo el continente centroamericano podría o bien desaparecer, o bien quedar afectada totalmente para las futuras generaciones.
De las seis propuestas analizadas inicialmente, los técnicos chinos decantaron finalmente por la de Punta Gorda y río Tule, que aún cuando es la que parecería presentar menos efectos adversos, exige la realización de evaluación de impacto medioambiental, algo que no se ha manejado hasta ahora ni por los chinos, ni por las autoridades locales, según afirman los ecologistas ante la devastación que espera a la selva local, además de al Lago de Nicaragua.
- 400.000 hectáreas de selva y humedales condenados a desaparecer
La grave deforestación y el retroceso actual del bosque tropical, serán una cuestión menor cuando se emprenda la destrucción de más de 400.000 hectáreas de selva y humedales que deberán hacerse para atender el diseño de la megaobra. Las áreas silvestres del país que ya tienen impactos derivados de la agricultura, la ganadería y las especies invasoras, quedarán limitadas a poco más del 10% del total existente hace solo 50 años.
La consultora mundial contratada para hacer los estudios ambientales, ha destacado contradicciones con la empresa china HKND, en los mapas presentados ante las autoridades ambientales y los que manejan los técnicos que aprontan la obra.
Las áreas conflictivas pertenecen al Corredor Biológico Mesoamericano, y constituyen hábitat de especies en peligro de extinción y centros de refugio para aves migratorias.
Las comunidades indígenas: Rama, Garifuna, Mayangna, y Ulva, han denunciado que las obras afectarán las tierras que el gobierno les reconoció mediante títulos de propiedad, que perderán totalmente su verdadero sentido.
Finalmente los ecosistemas acuáticos serán modificados dejando al Lago Cocibola, o Nicaragua, la mayor reserva de agua dulce centroamericana y una de las que aún tiene mayor biodiversidad en el planeta, ante el riesgo que implican los contaminantes que producirán los barcos, que usarán el espejo de aguas como parte del trayecto.
Casi 290 kilómetros de longitud, más de 30.000 millones de euros de inversión, 40.000 nuevos puestos de trabajo. Son algunos de los datos que ya se han dado a conocer sobre la infraestructura más ambiciosaplaneada jamás en Latinoamérica: el Canal de Nicaragua.
Los nicaragüenses están encantados con este mastodóntico proyecto. "A mí claro que me parece bien que hagan algo así, este país va a cambiar radicalmente. Ya nos hemos cansado de ser los más pobres de Centroamérica", comenta Luis, un policía de aduanas que trabaja en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, que une Nicaragua con Costa Rica.
Cada vez que los turistas le preguntan por qué tienen que pagar 12 dólares por entrar al país, exigiendo una factura porque no saben muy bien a dónde va a parar el dinero, Luis se enfada. "Siempre tenemos que estar ingeniándonoslas para sacar un dólar por aquí y otro dólar por allá. Pero con el canal esto va a cambiar", argumenta el controlador de aduana.
El nuevo canal de Nicaragua, que competirá con el construido hace más de un siglo por los estadounidenses, y que actualmente se encuentra bajo el control panameño, ayudará a mover mercancías desde China hacia el resto del mundo, incrementando la demanda de combustibles del Gigante Asiático. Se espera que la obra genere ingresos anuales de, al menos, 4.300 millones de euros.
La economía nicaragüense hoy es más bien modesta (ocupa el puesto 125 del mundo en PIB) y está centrada principalmente en la agricultura ydependiente en un 30% de las compras a su hermano mayor, los Estados Unidos.
Por el contrario, Panamá, un país mucho más pobre en recursos naturales, duplica el PIB nominal de Nicaragua y tiene el PIB per cápita más alto de América Central. Sus poco más de tres millones de habitantes han orientado las tres cuartas partes de su economía al sector terciario, desarrollado en torno a su canal, por el que circulan más de la mitad de las mercancías del planeta.
Nicaragua quiere hacer lo mismo. El canal más largo del mundo, y una de las obras de logística más importantes del siglo XXI, prevé una inversión casi cuatro veces superior al PIB (Producto Interior Bruto) nominal nicaragüense. El objetivo es construir un canal que atraviese el país, desde el océano Pacífico hasta el océano Atlántico, en menos de diez años.
La idea de trazar un canal interoceánico en Nicaragua es española. El primer proyecto data de la época colonial. La orografía del país parece hecha a medida: en medio de Nicaragua hay un gran lago conectado con el Atlántico por un río, el San Juan, y separado del Pacífico por una estrecha franja de tierra. Pero en aquel tiempo no había las herramientas técnicas necesarias. Luego, en el siglo XIX, la idea española fue retomada por el francés Napoleón III, que finalmente abandonó el proyecto.
No es oro todo lo que reluce
Sin embargo, todo el mundo no está tan contento. El pasado 13 de junio la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó el proyecto, en poco más de un día y medio, y por amplia mayoría: 61 votos a favor, 25 en contra y una abstención. No hizo falta ni sacar la obra a concurso público. Inmediatamente se aprobó la 'Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense atingente a El Canal, Zona de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas'.
El acuerdo le otorga al patrocinador "el derecho irrestricto de usar la tierra, aire y espacio marítimo donde se desarrollarán los trabajos de construcción; derechos irrestrictos para extraer, almacenar y usar el agua y todos los otros recursos naturales; y entregarle al patrocinador títulos libres de gravamen de todas las propiedades sin contraprestación alguna a cambio".
La empresa encargada de desarrollar el proyecto se llama HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Limited (HKND Group), con sede en Hong Kong, y está dirigida por el empresario chino de las telecomunicaciones Wang Jing. El presidente del país, Daniel Ortega, y Wang Jing han firmado un acuerdo que atribuye a la empresa china elcontrol del canal por cincuenta años, prorrogables a otros cincuenta.
Los más críticos dicen que se trata de una monumental cesión de soberanía nicaragüense, y que Wang prácticamente será dueño del país. Wang ha llegado a Nicaragua de la mano del hijo de Ortega, Laureano, de 27 años, por lo que algunas fuentes dicen que la familia Ortega podría tener alguna participación secreta en el acuerdo. Laureano Ortega trabaja para la agencia de promoción de inversiones del gobierno nicaragüense, Pro-Nicaragua.
Nadie sabe muy bien de dónde sale Wang ni de dónde sacará los, en principio, más de 30.000 millones de euros que necesitará para llevar a cabo el descomunal proyecto. Además de la estructura principal, de 286 kilómetros de longitud por 83 metros de ancho y 27,6 metros de profundidad, está proyectado construir un canal seco, un oleoducto, un aeropuerto, un puerto en el Caribe, un puerto en el Pacífico, una zona de libre comercio en el Atlántico y otra en el Pacífico.
El gobierno de China dice no tener nada que ver con el proyecto, aunque apoyan las inversiones chinas en el extranjero. "El nuevo canal será una nueva línea de vida en el comercio mundial de energía y permitiráahorrar 12.000 kilómetros y dos meses de viaje", comenta Ling Boqiang, director del Centro Chino para la búsqueda Económica de Energía de la Universidad de Xiamen, al periódico 'China Daily'.
"El canal permitirá llevar contenedores LNG (los más grandes que existen) y tanques de petróleo desde Estados Unidos y Venezuela hasta China", añade el experto, quien reconoce que la ampliación del Canal de Panamá permitirá que por él circulen barcos-contenedores de hasta 150.000 toneladas, frente a los de 400.000 toneladas que supuestamente podrán navegar por el de Nicaragua.
Una idea de la España colonial
Los funcionarios estadounidenses también reconocen no saber mucho del empresario chino. Los consultores que trabajan para HKND aseguran que han investigado los antecedentes de Wang y que no hubieran puesto en juego su reputación si el empresario y el proyecto no fueran legítimos, ni siquiera por los 45 millones de dólares que, según fuentes de la industria, Wang deberá pagar a las empresas consultoras por los estudios de factibilidad del canal.
Quienes tampoco están de acuerdo con la obra son los políticos costarricenses y los ecologistas nicaragüenses. Hace meses que los representantes del pueblo costarricense se quejan porque Nicaragua quería construir el canal por el río San Juan, que sirve de frontera a los dos países.
"Costa Rica tiene dudas todavía en la medida en que las rutas que quedan como posibles suponen usar el Lago de Nicaragua. Si el lago de Nicaragua se usa, eso supone perjudicar al Río San Juan, donde nosotros tenemos derechos de navegación, y supone perjudicar al río Colorado (en el extremo noreste del país)", ha afirmado en reiteradas ocasiones el ministro de Exteriores Enrique Castillo.
Los ecologistas, por su parte, se quejan porque gran parte del canal recorrería el Lago Cocibolca, el segundo más grande de Latinoamérica, el que contiene la isla más grande del mundo, la Isla Ometepe , y el único que tiene tiburones en sus aguas. El Cocibolca está además declarado Reserva de la Biosfera y Patrimonio Cultural de la Nación.
Muchas irregularidades y falta de estudios determinantes para la construcción del Gran Canal Interoceánico, fueron evidenciadas por el equipo técnico de Centro Humboldt, quienes confirman no estar en contra del desarrollo djel país, pero sí cuestionan el costo ambiental y social para lograrlo.
“Nos parece que los estudios estuvieron muy por debajo de las expectativas que los funcionarios de gobierno nos hicieron creer, sobre la posibilidad de que los estudios de evaluación de impacto ambiental podrían estar bien con el plazo requerido y que además no se presentaron”, expresó Víctor Campos, Subdirector de Centro Humboldt.
En la conferencia de prensa organizada después de hacerse oficial la ruta del Canal Interoceánico, Centro Humboldt dio a conocer los primeros datos del estudio que manifiesta los más de 270 poblados, cuatro cabeceras municipales y una cabecera departamental (San Miguelito, Buenos Aires, Rivas, San Jorge y Tola) que van a ser afectados directamente con éste megaproyecto.
Y los más de 320 poblados afectados de manera indirecta, entre ellas cinco cabeceras municipales, Belén, Cárdenas, Moyogalpa, Potosí y San Juan del Sur.
El equipo técnico utilizó la matriz oficial que usa el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) para evaluar este tipo de proyectos, llamada “Matriz de Evaluación de Impacto Ambiental”, que evalúa los impactos en el clima, calidad y cantidad de agua, suelo, radiaciones, entre otras.
Maura Paladino, Oficial de Agua de Centro Humboldt expresó que “de acuerdo al grado de intensidad que va a tener este proyecto, la duración, extensión, efectos y cantidad de población a la que se va afectar, tiene un impacto ambiental muy significativo”.
La ruta del Canal está amenazada por fenómenos hidrometeorológicos, geológicos y ubicada en la zona de trayectoria de huracanes, lo que pone en riesgo la viabilidad del proyecto.
Según Paladino, “la ruta número cuatro pone en riesgo al sistema de humedales de San Miguelito, reconocido como sito RAMSAR al igual que varias reservas naturales, entre ellas la Reserva de Biosfera del Sureste, y la Reserva de Biosfera de la Isla de Ometepe, ambas ubicadas en el área de impacto directo”. De igual forma serán perjudicadas Reservas silvestres privadas y áreas con presencia de especies endémicas.
Irregularidades en aspectos presentados en la ruta del canal
En la presentación de la nueva ruta “se ratifica la enorme discrecionalidad que tienen los concesionarios para decidir sobre los bienes públicos del país, es una ruta decidida exclusivamente por la empresa contratada por el inversionista, sin que haya tiempo para la comisión nacional del canal de hacer una revisión técnica rigurosa y poder opinar con calidad sobre ello”, dijo Campos.
La ERM presentó mapas cartográficos, que no coinciden con el mapa oficial de Nicaragua. Tampoco presentan el verdadero borde de las zonas núcleo de las reservas naturales.
“Nos preocupa que no se hayan evaluado los impactos en el Lago de Nicaragua, considerando que 105 kilómetros de la ruta pasarán por ahí, siendo nuestra mayor reserva de agua potable, no hay nada que de la garantice que no va sufrir daños importantes”, señaló Víctor Campos.
La comisión del Canal no tuvo tiempo de analizar la información presentada, dejando menos de cinco meses para la realización de Estudios de Impacto Ambiental y Social (EIAS) y muy poco tiempo para que MARENA se pronuncie. A pesar de que la legislación nacional contempla un plazo de ocho meses para que MARENA decida si concede o no los permisos ambientales.
“Además no se hizo referencia sobre las acciones de mitigación de reforestación que habían sido prometidas, lo que se hizo fue insistir en que había buena voluntad por parte de la empresa, por tratar de esto se impulsara”, dijo Campos.
El equipo técnico solicitó hacerse públicos todos los estudios, nos sólo los relativos a la definición de la ruta, sino los que se vayan desarrollando posteriormente, incluyendo los relativos a la factibilidad económica.
Además confirman que los resultados dados a conocer no se corresponden con el rigor técnico requerido y las expectativas manifestadas por los funcionarios de gobierno sobre su certeza y grado de confiabilidad técnica, “hoy seguimos teniendo más preguntas que respuestas sobre los aspectos ambientales trascendentales”, concluyen.